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El secreto para hacer pastas tan deliciosas como las de Matilde Vicenzi reside en el uso de excelentes materias primas, seleccionadas mediante duraderas colaboraciones con proveedores históricos.
Estos ingredientes se mezclan a la perfección según una antigua tradición italiana, para garantizar un producto de calidad suprema y obsequiar a los consumidores con una experiencia sensorial única. Los ingredientes de calidad superior se combinan para garantizar el sabor único de la exquisita gama de pastas de alto nivel, que deleita el paladar en cada bocado, todo ello gracias a la artesanía experta y a la focalización en la calidad en cada paso.
Todo el proceso de producción de Matilde Vicenzi, desde la mezcla hasta el horneado, se lleva a cabo según la tradición de la repostería italiana.
En la producción de hojaldre se crean hasta 192 capas finas de masa para garantizar la fragancia y la ligereza típicas del producto acabado.
El proceso de horneado lento, utilizado principalmente para los productos de pastaflora, es típico de la repostería artesanal y contribuye a garantizar la fragancia y el sabor de la autenticidad… como en los buenos tiempos.
A continuación, las galletas se sellan inmediatamente en un envase especialmente diseñado para preservar sus propiedades organolépticas.
La planta cuenta con un laboratorio interno dotado de personal técnico cualificado que supervisa y analiza minuciosamente todas las fases de la producción: desde la llegada de las materias primas, pasando por la producción propiamente dicha, hasta el producto acabado.
««La receta de la exquisitez se compone de unos pocos y sencillos ingredientes: materias primas de alta calidad combinadas con la creatividad de nuestra cultura, la habilidad tradicional y las recetas de larga tradición. Esto es lo que hace que mi repostería sea tan genuina y sabrosa«
Giuseppe Vicenzi, Presidente del Grupo Vicenzi
Asegurar la calidad total de un producto no solo significa garantizar su sabor, sino también la seguridad de las materias primas para el consumidor.
Cada ingrediente utilizado por el Grupo se somete a un estricto proceso de selección y control para garantizar la ausencia de cualquier tipo de contaminante.
En 2019 se realizaron aproximadamente 165 000 controles de materias primas, productos acabados y envases en las tres plantas de San Giovanni, Bovolone y Nusco.
