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La historia de la marca Matilde Vicenzi es, sobre todo, la historia de una familia: los abuelos Matilde y Sante, el padre Angelo y sus tres hijos Giuseppe, Mario y Beppina, y ahora las hijas de Giuseppe, Giuliana, Beatrice y Valeria, que forman parte del consejo de administración.
La historia de Matilde Vicenzi comienza en 1905 con una pequeña pero exquisita línea de pasteles —saboyanos, galletas ‘amaretti’ y hojaldres— en San Giovanni Lupatoto, Verona, donde aún está ubicada la sede de la empresa.
La expansión desde obrador artesanal hasta industria en pequeña escala se produjo con bastante rapidez.
Inspirado por su imperecedera pasión por la empresa familiar, Giuseppe Vicenzi, presidente del Grupo y nieto del fundador, quiso recrear el esfuerzo artesanal de Matilde a mayor escala. Siguiendo los pasos de sus predecesores, Giuseppe fue capaz de ampliar la empresa con perseverancia y pasión hasta convertirla en una industria que produce una vasta gama de productos horneados de calidad suprema.
Sus tradiciones centenarias y su pequeña pastelería de San Giovanni Lupatoto, en Verona, siguen siendo muy importantes para la empresa, junto con el libro de recetas de Matilde, que data de principios del siglo XX, cuando abrió su pastelería, y celosamente guardado en el museo de la empresa.
Vicenzi Group, tal y como lo conocemos hoy, fue fundado en 2005, cuando Giuseppe Vicenzi dio un paso importante al adquirir toda la rama de productos horneados de Parmalat, incluyendo dos marcas de gran renombre: Grisbì, con su famosa pastaflora rellena, y Mr. Day, gama de deliciosos snacks.
Con su papel de liderazgo en la mayor gama de pasteles italianos típicos, y gracias al carisma y a la gran pasión de Giuseppe, Vicenzi Group destaca como productor de calidad suprema de pasteles frescos y surtidos, bases para tartas, galletas y productos horneados, productos de cortesía y productos monoporción.
Su producción de productos horneados de calidad se basa en la selección de los mejores ingredientes, la atención por los detalles y la pasión de los expertos pasteleros. Por estas y otras muchas razones, Vicenzi es considerado uno de los principales productores mundiales de alta pastelería italiana. La historia de éxito de la empresa, que pasó de ser un pequeño negocio familiar a convertirse en un distinguido líder de la repostería industrial, es realmente notable y admirada en todo el mundo.
Hoy en día, Vicenzi es conocida y apreciada en más de 100 países de todo el mundo como símbolo internacional de la alta pastelería italiana.
Matilde: ¡no un mero personaje de fantasía! Recordamos siempre con afecto y gratitud a la fundadora de nuestra empresa: la historia de Matilde Vicenzi comenzó en 1905 con una pequeña pero exquisita línea de pasteles, saboyanos, ‘amaretti’ y hojaldres que ella vendía en su obrador artesanal en San Giovanni Lupatoto, provincia de Verona. Matilde fue tanto una pionera como un icono del espíritu emprendedor femenino; un estilo que su nieto Giuseppe adoptaría más tarde para transformar el negocio familiar en un gran grupo muchos años después.
El legado más preciado que nos dejó Matilde, hoy celosamente guardado, es su ‘Ricettario’, su colección de recetas, escritas a mano por ella misma en un cuaderno: la inspiración para todas sus dulces creaciones pasteleras. El documento original se conserva hoy en el museo de la empresa
Nacido en 1932, Giuseppe creció en compañía de su abuela y siempre se ha apasionado por el arte de la pastelería. Cada paso ha sido guiado por su espíritu empresarial y su curiosidad, además de su extraordinaria intuición.
Es algo que no se olvida:
«Uno de mis mejores recuerdos es cuando mi abuela Matilde, en las frías noches de invierno, nos reunía después de cenar para envolver los amaretti de dos en dos, con el mismo material que utilizamos aún hoy».
Gracias a las enseñanzas de su abuela Matilde Vicenzi y al incansable apoyo de su padre Angelo, en relativamente poco tiempo Giuseppe consiguió crear algo que se convertiría en su gran pasión: un entero universo de pasteles. Pero la historia comenzó con las galletas…
Giuseppe Vicenzi, presidente de Vicenzi spa, nos cuenta:
“Cuando mi padre me llevó por primera vez a la feria de Milán —la primera organizada después de la Segunda Guerra Mundial— me permitió tocar una máquina de galletas y para mí fue realmente emocionante. Desde cuando era niño, siempre quise montar una empresa de galletas y pasteles, no caseros… sino industriales. Y es así que nacieron mis galletas, mientras más tarde pasé a la pastelería”.
Luego, en 1946, el joven Giuseppe recibió el regalo más anhelado: llega a la tienda la Melzi, máquina automatizada para la producción de galletas. Se trata quizás de un regalo bastante insólito para un chico de 14 años, pero Giuseppe ya era un empresario en ciernes. La expansión del obrador artesanal a la industria en pequeña escala se produjo con bastante rapidez.
Por aquel entonces, Giuseppe conducía la empresa junto con su padre y sus hermanos. En 1955, su curiosidad lo llevó a buscar nuevas ideas y trucos útiles en una feria internacional de productos horneados y confitería organizada en Inglaterra.
“No conocía ni una sola palabra en inglés. Nunca había estado en el extranjero, ni había tomado un avión. Pero estaba tan entusiasmado de conocer directamente el mercado inglés y descubrir cómo trabajaban en mi sector, que en 1955 decidí ir por mi cuenta a una feria, donde pude probar de primera mano los productos que los ingleses ya producían y consumían en aquella época”.
“De hecho”, afirma el actual presidente Giuseppe Vicenzi, “fueron ellos los inventores de las galletas de pasta seca”.
Giuseppe invirtió todo lo que pudo en la industrialización del proceso de producción artesanal de entonces. Para ello, ante todo adquirió una nueva instalación (la que aún se encuentra en San Giovanni Lupatoto), dedicada a las galletas Amaretti, consolidando el posicionamiento de la marca en el mercado con un producto sin iguales y, a continuación, siempre apostando por las materias primas, introdujo los saboyanos Vicenzovo, que pronto se convirtieron en los “savoiardi” más famosos del mundo.
La transformación de obrador artesanal a producción industrial ya se había completado, con Giuseppe al mando de la empresa.
Además de las galletas Amaretti y de los saboyanos Vicenzovo típicos de la marca, la empresa comenzó la producción de hojaldre industrial destinado tanto al mercado italiano como al internacional.
Este resultado se debe a la introducción de una máquina especial para la producción de hojaldre italiano, tal y como había sabido prever Giuseppe. “En 1975 viajé a Japón para comprar la maquinaria que seguimos usando aún hoy para producir hojaldre, caracterizado por 192 capas de masa y mantequilla”, cuenta Giuseppe Vicenzi.
“La receta tradicional requiere una capa de mantequilla entre dos hojas de masa; luego tenemos que doblar muchas veces la masa sobre sí misma, delicadamente”.
Solo con este procedimiento puede producirse ‘Millefoglie d’Italia’, el único hojaldre en el mercado que presenta 192 capas crujientes de fino hojaldre con mantequilla y se ha convertido en el icono de la tradición hojaldrera de Matilde Vicenzi.
En 1980, Vicenzi emprendió una duradera colaboración con el Opera Festival de la Arena de Verona, que aún sigue patrocinando: un acto de amor y reconocimiento a la ciudad natal de la empresa, promovido especialmente por el mismo Giuseppe Vicenzi.
Al inicio de cada espectáculo, los espectadores reciben unas velas de marca Matilde Vicenzi para que iluminen el anfiteatro romano con miles de pequeñas luces creando una atmósfera mágica.
A nivel empresarial, 2005 marcó un punto de inflexión. Vicenzi Group, tal y como lo conocemos hoy, fue fundado en ese año, cuando Giuseppe Vicenzi dio un paso importante al adquirir toda la rama de productos horneados de Parmalat, incluyendo dos marcas de gran renombre: Grisbì, con su famosa pastaflora rellena, y Mr. Day, gama de deliciosos snacks.
A la instalación principal de San Giovanni se sumaron otras dos, situadas respectivamente en Bovolone —dedicada a la elaboración de los productos Grisbì— y Nusco, en la provincia de Avellino —destinada a los productos Mr. Day.
2005 fue también el año del centenario de la empresa, celebrado con numerosos eventos como la muestra de fotos de Verona y la publicación del libro “Verona nel cuore di Vicenzi. Sguardi inediti tra la gente e i luoghi scaligeri” (“Verona en el corazón de Vicenzi. Imágenes inéditas de las personas y los lugares de la ciudad”).
2010 fue un año importante para la comunicación, ya que la empresa actualizó el logotipo de Pasticceria Matilde Vicenzi: en primer plano destaca la imagen de Matilde, la abuela de Giuseppe, como emblema de las cualidades femeninas de extremado cuidado y atención por el detalle que caracterizan su producción desde 1905. Sus líneas y colores vivaces, acompañados por la letra y una cinta roja, reflejan la tradición y la historia de esta marca familiar.
Al año siguiente, la empresa renovó el embalaje externo de su marca histórica, rediseñando los envases de pasteles Matilde Vicenzi con las mismas imágenes y un estilo nuevo y especial con toques dorados. Este paso marcó un importante cambio de rumbo para Vicenzi, incluso en términos de organización de las familias de productos, con la introducción del nuevo formato de 125 g.
Desde el punto de vista cultural, desde las Navidades de 2013 Vicenzi Group apoya la Fundación Arena di Verona y la Estrella de Navidad de Verona, la instalación arquitectónica más alta del mundo y actualmente símbolo navideño de la ciudad. Diseñada e instalada en 1984, esta enorme estrella fugaz traza un arco, con la cabeza en Piazza Bra y la cola en el interior de la Arena, que ilumina el casco antiguo durante el período navideño.
2015 fue un año realmente inolvidable: se conmemoraba el 110º aniversario de la empresa y de su exitosa historia artesana.
En el mismo año, las actividades de exportación de Vicenzi Group aumentaron hasta alcanzar 110 países.
En estos últimos años, la empresa está cada vez más comprometida con el medio ambiente y sigue prestando suma atención a la huella ambiental de los centros de producción, las oficinas y las actividades de distribución bajo directo control del Grupo. Por ello, las actividades se centran principalmente en la modernización de las instalaciones y en la adopción de procesos y métodos organizativos cada vez más eficientes para optimizar el consumo de energía y agua, así como minimizar los residuos.
En 2016 se emprendió el plan de recalificación energética para la instalación de San Giovanni Lupatoto y en 2019 se publicó el primer informe de sostenibilidad de la empresa: la capacidad de crecer en armonía con la región y las comunidades circundantes, creando al mismo tiempo valor para todas las personas involucradas en la cadena de suministro, es uno de los principios de la empresa y una piedra angular de sus decisiones estratégicas y del compromiso de sus empleados.
Colores nítidos y limpios, símbolo de elegancia y autenticidad. Rasgos dulces y femeninos, para recordar la historicidad de la marca, nacida de las manos de una mujer emprendedora. Matilde Vicenzi adquiere un nuevo look, realzando el clasicismo de una marca que es sinónimo de alta pastelería industrial desde hace más de un siglo.
El nuevo diseño realza los valores de la empresa favoreciendo un estilo de comunicación sencillo y legible: desaparecen gradaciones y efectos tridimensionales, lo que mejora notablemente la legibilidad, incluso cuando se imprime en los nuevos materiales de envasado ecosostenibles.
Objetivo de esta importante operación de restyling: dar el máximo protagonismo a la marca y sus productos, tanto en el lineal de los minoristas como en la pantalla del smartphone, hoy en día un punto de contacto cada vez más importante entre la empresa y el consumidor.
El presidente de la empresa, Giuseppe Vicenzi, sigue dirigiendo el Grupo acompañado por sus hijas, que forman parte del consejo de administración.
